jueves, 10 de septiembre de 2009

Eterno retorno

El "todo retorna" supone otorgar un logos a la totalidad; ello se realiza desde un presente, que desde el eterno retorno no existe, pues desde él todo es pasado por venir o el porvenir que ya ha pasado. La escritura es la afirmación de la presencia de la existencia del presente, luego ella debe derivar para evitarlo en "escritura loca", dionisíaca. Se excluye la presencia o el tiempo presente (el yo creador). Todo lo temporal es eterno y nunca un presente puede se eterno.

miércoles, 24 de junio de 2009

"El público" de Lorca.

El teatro vuelve a ser un espectáculo de primera dimensión; recupera su valor, su antiguo brillo, entre otras razones, por su capacidad de crítica respecto a un mundo cada vez menos comprensible. Se vuelven a llenar las salas como antaño pese a la crisis, y entre los autores que vuelven a primera fila destaca Lorca; en su obra "El público" nos plantea un dilema; ¿Qué desea ver el público? ¿Qué es lo que busca cuando acude a un teatro? ¿Ficción o realidad? Podría ser que nos interese el como somos, es decir, el personaje, los papeles que desempeñamos en apariencia ante los demás;por contra, algunos estarían, tal vez, buscando lo que de verdad somos, lo oculto tras la apariencia, lo que no proyectamos a los demás en nuestra acción diaria pero la determina totalmente. Uno de los personajes afirma que debemos "Destruir el teatro o vivir en él", es decir, vivir en la apariencia o mostrarnos como realmente somos, sin tapujos ni prejuicios.
El teatro casi siempre se centra en lo visible, es un reflejo de las máscaras y roles que desempeñamos, supone una autocrítica proyectando lo que somos en el escenarios, nuestra grandeza y nuestras miserias; dando a entender lo que somos realmente por lo que proyectamos o aparantamos ser. Tras lo paarente se oculta aquello que lo afecta, lo invisible en lo cotidiano. Desde el punto de vista freudiano podríamos decir que la obra intenta mostrar aquelo oculto, el inconsciente, que determina en gran manera nuestra vida consciente;por ello la obra de Lorca se ocupa de impulsos o instintos ocultos a los demás; como las "desviaciones" sexuales, la homosexualidad - representada en Dalí en la obra-, el odio, etc. Produce pavor saber como somos realmente.
Lorca critica la reducción del teatro a mero espejo de la apariencia, y recrimina al público su complacencia al desear simplemente una caricatura festiva de sí mismo, no un análisis profundo y doloroso; se obvia aquello que determina nuestro verdadero yo - que bien sabemos que poco coincide con el que tienen los demás-y no somos conscientes que más importante que lo que muestra un hombre es lo que oculta. La frase clave para comprender la obra es que en ella se hace "un teatro debajo de la arena", centrado en aquello que nos determina sin mostrarse, en lo que se es, por doloroso que sea, no en lo que se aparenta ser.

viernes, 17 de abril de 2009

La transición a la democracia en Uruguay.

En la actualidad la dictadura uruguaya es un capítulo no cerrado desde el respeto a los Derecho Humanos, y generador de controversia por la forma legal como se concluyó; con las sucesivas leyes de punto y final, ya conocidas e incluso derogadas en otros países, pero no así en Uruguay.
La ley de caducidad [1]es una ley con naturaleza de amnistía que amparó con el perdón todos los delitos cometidos hasta el 1 de marzo de 1895 por funcionarios militares y policías por móviles políticos o con ocasión de acciones ordenadas por mandos superiores. Fue aprobada con las correspondientes mayorías necesarias en el parlamento y ratificada en referéndum por voto directo y secreto el 16 de abril de 1989. La Suprema Corte de Justicia declaró la constitucionalidad de la ley.[2]
Anterior a esta ley de Caducidad son la “Ley de Pacificación Nacional”[3], que decretó la amnistía de todos los delitos políticos comunes y militares cometidos a partir de l de enero de 1962, y la “Ley de reincorporación de destituidos por motivos políticos, ideologicos, gremiales o arbitrarios” [4]. Ambas leyes junto a la de Caducidad se insertan el denominado espíritu de “Democracia y reconciliación”, que defiende el punto y final, como en otros países, respecto de los crímenes cometidos en la dictadura militar.
Por el contrario, asociaciones como Serpaj, Amnistía Internacional, Crisol, Red Uruguaya de Autonomías, etc, han sido en los últimos años promotores de la derogación de dicha ley con el objetivo de conocer la verdad y hacer justicia. En el año 2006 lanzaron un manifiesto firmado por todos ellos junto a senadores, un general y familiares de desaparecidos que dio lugar a la formación de la Coordinadora Nacional por la Ley de Nulidad.[5]
En dicho manifiesto se establecen las bases éticas, jurídicas, morales y sociales para derogar la Ley de Caducidad. Los convocantes del manifiesto aducen que la susodicha ley fue aprobada bajo la amenaza militar, violando los derechos humanos, y transgrediendo el Derecho Internacional que obliga al Estado a juzgar y esclarecer los crímenes de lesa humanidad. La Ley de Caducidades un obstáculo para la justicia, por ello su declaración de nulidad se impone por mandato mismo del derecho. Nada debe de impedir a las instituciones democráticas actuales ajustar las realidades antijurídicas al derecho en base a su sustento democrático.
En el manifiesto mencionado se alude a la necesidad de encarar el futuro sin ninguna tara antidemocrática, pues la Ley de caducidad supone un lapso importante en una memoria colectiva que no debe olvidar, pero sobretodo, no debe de dejar de buscar la justicia. El manifiesto se crea para movilizar en pos de la creación de la posterior Coordinadora Nacional por la Nulidad de la Ley de Caducidad.
A diferencia de otros países del entorno, donde leyes similares de indulto o punto final, han sido derogadas o declaradas inconstitucionales, en Uruguay no se ha dado tal corrección. Ante las protestas contra la ley de Caducidad el Ejecutivo ha emitido varios informes fundamentando su posición favorable a la ley.
El primer informe emitido por el gobierno es una respuesta al informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos [6] .
En el se utilizan una serie de razonamientos y fundamentos para apoyar el carácter reconciliador de dicha ley de caducidad y el respeto de la misma a los Derechos Humanos.
La ley de Caducidad supone una caducidad de la capacidad punitiva del estado respecto de los crímenes cometidos durante la dictadura uruguaya; luego si no se puede castigar para que investigar dice el gobierno Se utilizan opiniones de escritores para sustentar la idea de que la paz es más importante que la justicia y por ello se debe mirar hacia delante[7]. Se afirma pues que la Ley de Caducidad ha contribuido al desarrollo de la democracia, y el Estado de Derecho en Uruguay.

De estas diversas razones sobresale una, que es el fundamento sobre el que se apoya la respuesta al informe de la comisión interamericana de Derechos Humanos. Se alude al artículo 30 de la misma: “El goce y ejercicio de los derechos y libertades pueden limitarse o restringirse a través de leyes que se dicten por razones de interés nacional”.[8]
Sobre este artículo se afirma que se admite la limitación de los derechos humanos en base a los derechos, la seguridad y el bien común de la sociedad.
Por ello el gobierno sustenta la legitimidad de la Ley Caducidad en que ella busca el bien común, el interés general y la consolidación de una sociedad democrática, pacífica y estable. Se la defiende como ley de indulto y amnistía porque ambas instituciones aparecen reconocidas en el pacto de Derechos Civiles y Políticos de las Naciones Unidas[9] y en el Pacto de San José[10].
Todo se reduce a que las justas exigencias del bien común en una sociedad democrática justifican la limitación de los Derechos Humanos.
Dicha Ley de Caducidad fue dictada por razones de interés general y buscando el bien común, por ello, no debe ser derogada.
Respecto a los derechos de las victimas, tanto en el informe emitido por el Estado para la Convención como uno posterior del año 97[11] se afirma que el Estado no tiene capacidad punitiva en virtud de la Ley de Caducidad sobre los hechos denunciados, luego si no se puede castigar, ¿para qué investigar?, Los actos que la ley ampara son tanto los anteriores a la misma como los posteriores, siempre que el poder ejecutivo los considera asociados al artículo 10, de dicha ley, el que declara la amnistía.
Se alude en ambas reformas a los daños causados por una posible reapertura del proceso y al carácter positivo de la ley, en tanto que mira al futuro, y a que según las declaraciones de San José, el derecho individual puede ser limitado en una sociedad democrática por las exigencias del bien común. Como mucho se acepta las denuncias sobre lo acontecido fuera del plano penal, obteniéndose a veces indemnizaciones, pero no verdadera justicia.
En el reciente informe de la ONU sobre los Derechos Humanos en Uruguay[12] se destaca la formación de la Coordinadora Nacional por la Nulidad de la Ley de Caducidad y se denuncian una serie de hechos. Se critica la formalización oficial de la búsqueda de restos humanos en los batallones militares pues aún se desconocen el destino de 200 ciudadanos desaparecidos. Por ello, se apela a que el Estado genere nuevas vías de investigación, exigiendo una colaboración verdadera y comprometida de las fuerzas armadas.
Esta es la situación actual en Uruguay respecto de la dictadura; la poca justicia hacia lo que ocurrió llega desde la vecina Argentina, donde muchos uruguayos fueron secuestrados y asesinados, y sus verdugos si pagan por ello.
La única esperanza es que Tabaré Vázquez, el primer presidente de izquierdas en la Historia del país, cumpla sus palabras en el juramento ante la Cámara; “es necesario y posible aclarar las zonas oscuras para que la paz se instale en el corazón de los uruguayos”.
Posteriormente aclaró que toda investigación se hará dentro de la Ley de Caducidad aprobada en 1985 y ratificada en referéndum en 1989.

Bibliografía.
- Ley de Caducidad. Ley nº 15848 del 22 de Diciembre de 1986.
- Se reconoció la constitucionalidad de la ley en la sentencia nº 184.
- Ley 15737 de 8 de marzo de 1985. Ley de Pacificación Nacional
- Ley nº 15783 de 28 de noviembre de 1985. Ley de reincorporación de destituidos por motivos políticos, ideológicos, gremiales o arbitrarios”
- http://www.serpaj.org.uy/serpajph
- Informe 29/92 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del 18 de noviembre de 1991.
- Sanguinetti, Julio María. El temor y la impaciencia: ensayo sobre la transición democrática en América Latina. Fondo de Cultura Económica. 1ª Edición, Argentina, 1991.
- Convención Internacional de los Derechos Humanos suscrita en Sanjuán de Costa Rica en 1969
- Respuesta del Poder Ejecutivo ante el reclamo de investigar el destino de los desaparecidos durante la dictadura militar. (1973-1985) Ministerio de Interior y Defensa. Montevideo, 29 de diciembre de 1997.
- Derecho Humanos en el Uruguay. Informe 2006. ONU.

[1] Ley de Caducidad. Ley nº 15848 del 22 de Diciembre de 1986.
[2] Se reconoció la constitucionalidad de la ley en la sentencia nº 184.
[3] Ley 15737 de 8 de marzo de 1985.
[4] Ley nº 15783 de 28 de noviembre de 1985.
[5] El manifiesto puede encontrarse en la página web de Serpaj: http://www.serpaj.org.uy/serpajph/
[6] Informe 29/92 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos del 18 de noviembre de 1991.
[7]Sanguinetti, Julio María. El temor y la impaciencia: ensayo sobre la transición democrática en América Latina . Fondo de Cultura Económica. 1ª Edición, Argentina, 1991.
[8] Convención Internacional de los Derechos Humanos suscrita en Sanjuán de Costa Rica en 1969. Artículo 30.
[9] Artículos 6.4 y 14.6.
[10] Artículo 4.6.
[11] Respuesta del Poder Ejecutivo ante el reclamo de investigar el destino de los desaparecidos durante la dictadura militar. (1973-1985) Ministerio de Interior y Defensa. Montevideo, 29 de diciembre de 1997.
[12] Derecho Humanos en el Uruguay. Informe 2006. ONU.

TORTURA Y DICTADURA EN BRASIL

Tras el cambio de guardia efectuado en la dictadura en 1079, con el reemplazo del general Geisel por Joao Baptisa Feguereido en la presidencia de la República se relanzó la redemocratización[1].

La reforma partidaria de 1980 suprimió el bipartidismo; dio lugar a dos nuevos partidos, el de los Trabajadores y el Democrático Laborista [ PDT] permitiendo a la burguesía asumir el control del nuevo PMDB [Partido Moderado Democrático Brasileño]. De este partido quedaron fuera los sectores obreros más combativos y progresistas agrupados en torno de la Central Única de Trabajadores vinculada al PT [Partido de los Trabajadores]. Del partido oficial, el Democrático Social, nació el partido del Frente Liberal que se vio beneficiado y conquistó posiciones a costa del debilitamiento y mal hacer del PMDB. De este partido nació El Plan Cruzado del 86 que, en sus inicios causó euforia por sus resultados, pero poco a poco fue decayendo hasta ser retirado.

Todo este proceso político diferencia a Brasil de los otros países, pues el paso de la dictadura a la democracia no fue traumático, sino que la dictadura era vista, por su bipartidismo manipulado, como una democracia a la brasileña. Este hecho llevó a no crearse en la sociedad brasileña un sentimiento de rechazo y de justicia, ya controlado por las leyes de amnistía de la dictadura militar.

La dictadura generó represión, tortura, muerte y desaparecidos entre los que se encuentran los guerrilleros de la Guerrilla de Araguaia[2] : eran miembros del Partido Comunista de Brasil [PCdoB] que optaron por la resistencia armada.

El grupo estaba compuesto por 69 guerrilleros, de los cuales 59 fueron asesinados y permanecen “desaparecidos”; entre ellos André Grabois, marido de Grimeia Almeida, que llegó al estado de Pará, con 20 años. Poco después fue secuestrada y torturada en un cuartel de Brasilia, donde tuvo a su hija Joao Carlos.

Los guerrilleros llevaban dos años en la zona siendo conocidos por su trabajo social, pues eran médicos, maestros, enfermeros, etc… El Estado movilizó a miles de hombres que asesinaron a los campesinos, quemaron sus casas o los encarcelaron. Treinta años después todavía los lugareños recuerdan con horror las torturas para obtener información.

Desde 1984, con la transición democrática, se sellaron acuerdos secretos que son un pacto de silencio. La Comisión Especial de Derechos Humanos fue a Araguaia a buscar los cuerpos pero no los encontraron. El entonces Ministro de Defensa, José Veiga, afirmó que la documentación relativa a los asesinatos se destruyó “legalmente”; mientras el Coronel Licio Ribeiro Maciel, afirmaba en el diario “Folha de Sao Paolo” que desenterraron y trasladaron los cuerpos para no ser venerados por los campesinos.

El Estado no se implica y la sociedad brasileña permanece ajena a lo que sucedió, porque no se tiene consciencia de lo ocurrido y existe una cierta complicidad con la dictadura de una parte de la población, según Marcelo Ridenti, titular del Departamento de Sociología de la Universidad de Campinas en Saopaolo.


La gerencia de la dictadura brasileña son las ejecuciones sumarias, los crímenes de latifundios, la policía militarizada y la tortura en las cárceles como práctica habitual.

Se consiguieron grandes logros en la política como la amnistía para los presos políticos del 29 de Agosto de 1979, sancionada por Luis Carlos Prestas [3].

La tortura es una de los legados de la dictadura brasileña que continua muy presente[4] . Hay autores como Ignatieff que defienden la tortura como un “mal menor” pues es preferible torturar a uno a que mueran miles. Luhmann y Brugger le apoyan. La Doctrina de la Seguridad Brasileña pensaba lo mismo. Para Góngora Mera la tortura en Brasil no desapareció, sino que cambió sus funciones y fines.

La Convención de la ONU contra la tortura o penas crueles prohíbe la tortura inquisitiva, punitiva, intimidatoria o discriminatoria. La Doctrina de Seguridad Nacional es una imitación de la “National War Collage” norteamericana”. Se formó en la tortura a policías y militares, emitiendo 242 centros secretos de detención vinculados a las Fuerzas Armadas.

La tortura en Brasil de la dictadura se divide en tres fases: la primera es una Operación Limpieza; se arrestaron entre 10.000 y 50.000 personas, se eliminaron los partidos, asociaciones y miembros del ejército cercanos a la izquierda, se persiguió a los líderes y se eliminaron partidos políticos.

En una segunda etapa, se ejerció la tortura inquisitiva, como instrumento para conocer las actividades de la oposición. Durante el gobierno de Geisel [1974 a 1978] hubo 10.000 exiliados políticos, miles de presos políticos, 245 estudiantes universitarios expulsados y 300 muertos y desaparecidos.

En la tercera fase, se ejerció la tortura intimidatoria, para amedrentar a la población. Las víctimas eran líderes conocidos como el cabecilla estudiantil Honestito Guimaraes, el exdiputado Rubens Paiva o el periodista Vladimir Herzong. Desde el año 77 se practicó el terrorismo de estado con bombas en entidades asociadas a los progresistas. En estos momentos toda persona podía ser objeto de tortura.

En 1979 se aprobó la Ley de Amnistía, que se aplicaba también a la tortura; ello fue denunciado como anticonstitucional. El hecho comentado anteriormente, de que el pueblo no sintiese la nueva situación democrática como una ruptura, y la Ley de Amnistía han contribuido a que la tortura se mantenga. Al no poder investigarse los miembros de la policía y del ejército que torturaban, se han mantenido en sus cargos, protegidos por la ley y el pacto de silencio. La consecuencia es que con la democracia continuó.

Pese a que en la Constitución de 1978 se prohibía la tortura no se creó una ley contra la misma hasta 1997[5].

A pesar de ello, y de los tratados internacionales la tortura persiste en los centros de detención. Hay un fracaso de la ley en cuanto a la prevención y al castigo. Desde 1998 hasta el 2000 ha habido 258 denuncias fiscales por tortura y 56 investigaciones policiales[6].

El Relator especial de las Naciones Unidas sobre las torturas, Nigel Rodley, en 2000 denunció que la policía brasileña practica de forma sistemática la tortura. El Movimiento Nacional de los Derechos Humanos denuncia que el 70% de las torturas son en ciudades pequeñas y el 77% son cometidas por funcionarios. Las causas son la amnistía a los que torturaban en la dictadura, que lo siguen haciendo ahora, la falta de medios, y el que los crímenes de tortura por policías sean investigados por ella misma. La impunidad y la continuidad son las causas de la perduración de la tortura en Brasil desde la dictadura hasta hoy.


Bibliografía

- Ruy Mauro Marini. Archivo de Ruy Mauro Marini con la notación “inédito” de 1992. http://www.marini-escritos.unam.mx/038_transicion_crisis_es.htm
- Nora Di Pace. Brasil la memoria llena de olvido. Radio Nederland. http://www.rebelion.org/brasil/040402pacce.htm
- Perly Cipriano, Pasado Autoritario y Democracia en Brasil. Observatorio de Políticas Públicas de Derechos Humanos en el MERCOSUR. http://www.observatoriomercosur.org.uy/libro/capitulo22.htm
- Manuel Eduardo Góngora Mera, Evolución Funcional de la tortura en Brasil: la Impunidad como factor determinante de su persistencia en la democracia, 2 de Abril del 2005, www.menschenrechte.org
- Ley 1.455, Ley contra la tortura de 1997.
- Estadísticas sobre la aplicación de la Ley de la Tortura. Consejo Nacional de Procuradores Generales de los Estados. http://web.amnesty.org/library/Index/ESLAMR190222001?open&of= ESL-BRA


[1] Ruy Mauro Marini. Archivo de Ruy Mauro Marini con la notación “inédito” de 1992.
[2] Nora Di Pace. Brasil la memoria llena de olvido. Radio Nederland.
[3] Perly Cipriano, Pasado Autoritario y Democracia en Brasil. Observatorio de Políticas Públicas de Derechos Humanos en el MERCOSUR.
[4] Manuel Eduardo Góngora Mera, Evolución Funcional de la tortura en Brasil: la Impunidad como factor determinante de su persistencia en la democracia, 2 de Abril del 2005, www.menschenrechte.org
[5] Ley 1.455, Ley contra la tortura de 1997.
[6] Estadísticas sobre la aplicación de la Ley de la Tortura. Consejo Nacional de Procuradores Generales de los Estados.

miércoles, 8 de abril de 2009

BOSTON 1763/2009

Un buen día el Barón cayó en un agujero. Sin pensárselo dos veces se agarró por la espalda, y de un fuerte tirón se sacó… así funciona la Historia y su compleja maquinaria. El pasado se transforma en un “futuro” abierto e incierto que pone su mutación al servicio del diseño más elegante, de la más digerible o la más creativa de las interpretaciones. Un boceto eterno.
La tradición que supuestamente nos sustenta es modificable y con ella el presente mismo, infinito y maleable. El espíritu codifica una senda en el tiempo y la legitima. Pocock vuelve republicana la historia y la herencia del pensamiento atlántico; les da un padre y una madre, genera con su revisión de los acontecimientos y las ideas una nueva forma, una “Historia” que explica el presente y lo transforma al igual que al pasado mismo tensado siempre por lo por venir.

Es el fabuloso milagro, el don divino que nos ha sido legado, el de transformarlo todo y manipular incluso lo que ha ocurrido y parece clausurado para siempre. Ocurrirá de nuevo. Paine volverá a escribir sus panfletos con una intención, esta vez, diferente…las acciones no se agotan cuando se terminan; más bien comienzan ahí, en ese mágico conjuro que las vuelve infinitas… el hoplita de Maratón ha muerto ya de mil formas; su esencia como la nuestra no se resolverá jamás; nosotros como él tenemos por delante la extraña tarea de darnos origen y sentido permaneciendo inconclusos para toda la eternidad.

El 18 de abril de 1763, “The Boston Gazzete and Country Journal” publicó una carta firmada bajo las iniciales T. Q. Abría entonces, sin saberlo, un eterno dialogo sobre la revolución y su antídoto. La carta a la que me refiero disputaba sobre la viabilidad o no de la elección como miembro del Consejo o de la cámara alta del lieutenant governor según permitía la carta constitucional de Massachussets. Los argumentos que esgrimía Q. partían de una interpretación racionalista de las doctrinas de Montesquieu y su Espíritu de las Leyes. En ella la libertad se definía como la tranquilidad del espíritu que surgía de la opinión de cada hombre acerca de su propia seguridad, y que, según Q., únicamente se sustentaba bajo una división de poderes radical entendida no solo como una división de la soberanía sino como la imposibilidad total para una misma persona de ocupar varias funciones en los distintos poderes. La base de semejante interpretación descansaba en la presunción de un pesimismo antropológico y una idea negativa del poder entendido como fuente original de cualquier corrupción en las páginas de Montesquieu. Partiendo de esta lectura, Q. veía, merced a su abstracción, un peligro irremediable parta la libertad en la posibilidad de que una misma persona, muy a pesar de su bondad e integridad, ocupase puestos de relevancia tanto ejecutiva como legislativa. Sin embargo sus palabras hacían algo más; ponían en juego la posibilidad legítima para el individuo de delimitar aquello que amenazaba su libertad allende la historia o la costumbre; dotaba a la conciencia individual de la potestad última para decidir y remediar aquello que de alguna u otra forma la amenazaba.

Sin embargo alguien no estaba decidido a asumir todas las consecuencias revolucionarias de aquella lectura y contestaba bajo la inicial J. en “The Boston Evening Post” de 23 de mayo del mismo año con una carta que rebatía las teorías de Q. bajo el espectro historicista que había sustentado la costumbre como legitimidad absoluta. En su carta J. redefinía la idea de libertad política adscribiéndola al concepto dominante y limitador de la Law, impidiendo, en un ejercicio de reformulación de Montesquieu, la interpretación de la misma en clave iusnaturalista. J. no veía peligro en la elección del governor por varios motivos. Él leía a Montesquieu contextualizando sus logros teóricos y dibujándolos dentro del espectro de la constitución inglesa; gracias a esto, la historia podía demostrar cómo en Inglaterra, la intervención de una sola persona en varios cuerpos no había lesionado jamás la libertad (una libertad limitada semánticamente por el ejercicio que la constitución inglesa le permitía), en parte porque el individuo acababa siempre disuelto en la voluntad general del cuerpo del que era miembro, que a fin de cuentas y para J., era lo único que Montesquieu quería separar; y en parte porque el que una minoría fluctuara entre ellos no suponía un problema, ya que la historia lo corroboraba. Q. y su abstracción, sin embargo, cambiaban precisamente la fuente de legitimación de J., entendía los cuerpos como una composición de individuos influenciables, una especie de cuerpo atómico en el que cada pequeña partícula detentaba de forma absoluta el poder y podía de alguna u otra forma transformar el de los demás. En su respuesta de 6 de junio establecía contra la historia la incongruencia de pensar que la división de poderes podía sostenerse tan solo con la división de las distintas mayorías. Si la suma de individuos del ejecutivo en el legislativo suponía a largo plazo en el argumento de J. un problema; la sola presencia de un solo individuo ya viciaba para Q. y su razón, el propio sistema. Lo que la historia de Inglaterra veía lógico se convertía en las líneas de Q. en una aberración del principio de razón y conservación de la libertad. Como Paine haría más tarde en Common Sense, las palabras de Q. contenían la posibilidad de ver en las prerrogativas del rey no ya un control necesario y legítimo, sino una usurpación transformada en tiranía. El control de los poderes era ya racional en Q, no histórico; la labor del ejecutivo dentro del legislativo era la de rejection y nunca la de tomar parte activa en las resolutions; sus cartas suponen el germen de la conciencia revolucionaria, la posibilidad última de poner en entredicho el ejercicio tiránico del rey, el germen de la revisión, el empujón del Barón.
En Boston tres cartas conjugaban los destinos de muchos, perfilaban el nacimiento o la disolución de una nación. Qué voluntad nueva surgirá de tu diálogo lector, que Historia subyace en este espacio en el que tú y yo hablamos. Que presente construimos y cual rechazamos en estos extraños segundos.

lunes, 30 de marzo de 2009

LA CIUDAD DE DIOS

Nos movemos jurídicamente bajo la amenaza constitucional del direccionismo. La solución al estado liberal de derecho decimonónico y su aberrante disolución del pueblo en el concepto histórico de nación así como de los derechos en la soberanía del estado, mantiene, en su síntesis de las dos revoluciones del siglo dieciocho, el germen del arbitrio. No siempre la síntesis es el final del proceso o su mejor formulación; en nuestro caso, la fusión de la constitución como norma de garantía (fórmula americana) y como norma de “dirección” (fórmula francesa), introduce el problema fundamental de quién debe poseer la responsabilidad de construir la trayectoria ideológica y operativa para el futuro y la paz social, y de quién controla dicho poder. Si bien la revolución americana y su historicismo de base no derivó en un proyecto para el futuro como en cambió si surgiría de las distintas interpretaciones de la revolución francesa y su estatalismo, aquella supo mantener la solidez social partiendo de el supuesto republicano cedido por Harrington (Pocock) de la virtud pública de la ciudadanía y de la tradición como control y equilibrio en lugar del Estado. Sin embargo, del lado continental, y en parte debido precisamente a la historia que nos subyace, la virtud pública ha aparecido siempre como una excepción (caso del mito de Venecia) y como un fin que tutelar, bien desde el Estado, bien desde la constitución misma.
Si Burke criticó a los franceses su intención de reconstruir racionalmente la sociedad partiendo de una especie de idealismo, platónico o cartesiano, que obviaba una textura social que no admitía semejante incisión en su cuerpo; Europa, ha mal seguido el camino de Paine, y ha pretendido defender los derechos naturales instituyendo jurídicamente una dirección a la forma del Estado, bien en el propio Estado con la idea de nación histórica o como en la actualidad con la obligatoriedad de dirigirnos a la paz, impedida de historia para asumir el modelo federalista capaz de unir a la costumbre y la tradición como estructura inamovible (Ancient constitution) el concepto individualista de derecho natural que elimina la posibilidad de la tiranía legislativa. El problema es que para Europa no existe una norma trascendente que sirva de garantía para el contenido de semejante obligación constitucional. No vale decir que la propia sociedad es el límite al modo medieval o que la propia nación entendida históricamente podría servir de freno pues su polarización en los partidos nacionales fue precisamente el detonante del deterioro de semejante utopía de unidad. ¿Cómo hacerlo entonces? Alguien en España empieza a tener una idea me temo. Si bien la política no puede movilizar la dirección pues siempre es sospechosa y facciosa, la ética sí puede hacerlo, y una entre todas ellas está aglutinando toda la fuerza “constituyente” para erigirse en legítimo sujeto capaz de exigir al poder modificaciones hasta acabar convirtiéndose en una especie de control constitucional y social con posibilidad de institucionalizarse. Si esta acción social se institucionalizara no se podría ya impedir socialmente como ocurriría en EEUU, sino mediante un enfrentamiento interno y una disolución de las garantías constitucionales, así que hay que cortarla de raíz o será demasiado tarde.
Aún desamparados constitucionalmente tenemos las herramientas de presión dentro de la educación misma. De hecho, la única vía de solución sería restituir lo que la historia y sus interpretes han gestionado de manera tan nefasta generando una conciencia ciudadana entendida de forma republicana como fundamento de la sociedad capaz de auto dirigirse en los asuntos del bienestar social; creando una ética democrática que parta de la defensa iusnaturalista de los derechos, pero que solo se disuelva en la garantía del equilibrio de poder y no en la asunción de la dirección por parte de la constitución. Amen de ser parcial, y lo es, lo único que se pretende es contrarrestar a la parte opuesta, esa que pretende imponer a la sociedad el camino cristiano de salvación a través de la presión ideológica y del desgaste continuo que impone sobre las instituciones y las decisiones gubernamentales. Repito, desamparados constitucionalmente solo podemos elaborar el control y el equilibrio sumando más facción y diluyendo la posibilidad de una institucionalización así como convirtiendo a la ciudadanía en esa institución virtual de control social para los ejercicios públicos de poder una vez esté equilibrada. Es la hora de poner freno a esa Ciudad de Dios agustiniana que se está gestando en la antesala del espacio público y que militante aguarda el momento clave para erigirse en el Pater de ese efecto colateral de la revolución francesa y por defecto de la visión negativa de la tradición feudal de garantizar el futuro, la paz y la “salvación” social. La teleología de algunos solo puede volverse mecanicismo con más teleología.

sábado, 28 de marzo de 2009

EL HUESO Y LA VERGÜENZA

Hoy alguien se agarró a Descartes y se deshizo de la tragedia. Cedió al cuerpo el infinito y cruel destino de las leyes de la materia y dejó al alma inmortal seguir en la eternidad cifrando mundos, certezas y principios inamovibles. Hoy alguien creyó en Platón y le volvió la sonrisa. El conjuro de las ideas volatilizó a sus seres queridos; los transformó en angélicos espectros. Ahora los imaginan allende la materia, trascendiendo las torpes normas que le intuimos a la naturaleza. En paz para siempre. Alguien continua padeciendo la perdida infinita desgarrando su corazón hasta dejarlo sin fuerza…es la contrapartida de aquellos que no creen ni en la res extensa, ni en la res cogitans

Trillo debe haber leído mucho a Descartes para dormir tranquilo; adoctrinado en una suerte de platonismo a lo Tomás de Aquino no ve problema alguno en la confusión y mezcla infame de los cadáveres de aquellos que perdieron la vida en el Yak-42; sus almas descansan en paz se repite, no se de qué se preocupan.

Ahora lo entiendo todo. La moral del facha hijodeputa descansa en la certeza de que nuestra alma emigra bien al cielo, bien al infierno si corres la suerte de ser musulmán; y es por eso que su conciencia no les castiga si conducen a un país a una guerra genocida o si la ineficacia vuelta corrupción conduce las vidas de unos inocentes a una muerte segura en un avión de mala muerte. A fin de cuentas sus almas irán al cielo y santas pascuas. Los cuerpos solo importan cuando son los de la gente de bien, por eso su padre ideológico reposa en una montaña con una cruz muy grande. ¡Que se vea! Eso, eso, que se vea bien para que yo pueda divisarla y maldecirla y encontrar bien el camino para llegar y derribarla y decirle a más de un Trillo y a más de dos que los desprecio como al más vil de los asesinos porque eso es lo que son.

Para algunos lo más cerca que se puede estar de la trascendencia es el tacto. Para algunos el alma no está más allá del rostro y la epidermis; descansa en el cuerpo vuelto incalculable y finito tesoro, ávido de fiel custodio que lo proteja aún a cuenta de su vida: el cuerpo de tu novia, el de tu padre, el de tu hijo, el de tus amigos; un guardián que no permita que nadie los insulte, que nadie los cosifique…sus bellos cuerpos llenos de alma vuelta arterias y articulaciones. Esa íntima razón los obliga a darles justo entierro; porque no se trata de preparar su camino al más allá, ni de cumplir con la divinidad; sino de saber si su organismo se transformó en seco polvo o repentina hiedra; en breve oleaje en el mar, el aire o la tierra. Porque se adquiere entonces el derecho de tocar las cosas que crees guardan sus palabras, sus chistes y sus besos. Las familias de los fallecidos en el Yak-42 aguardan aún el encuentro y la despedida. Algunas han perdido para siempre el último abrazo. Sus miradas esconden un dolor indescriptible; un dolor que agudiza la altivez con la que un general describe la fechoría; la indiferencia con la que un ex ministro y un ex presidente del gobierno se desentienden del asunto.

Solo espero que un día de estos la derecha de este país despierte desnuda de Descartes, y se les atragante la bandera.

viernes, 20 de marzo de 2009

EN LAS PALABRAS

He fatigado las palabras en un ingenuo intento por contenerte en la metáfora; por dibujarte en la correosa sintaxis. Apresurado, he limitado el inagotable páramo con una torpe semántica que apenas si te me trae breve, nebulosa, vuelta oscuro espectro, ajeno fantasma. Obligado por la ignorancia a hacerte émula de la rosa y la mañana, he creído, engañado, ver de nuevo tu llegada… esa en la que se esconde tu extraña forma de quererme; esa en la que adivino tu infame traición; esa en la que me vuelvo hiena o cobarde y sigo hasta besarte, hasta volverme anticipada víctima, ceremonioso cadáver.

He transformado cada gesto en alquímica hipérbole, cada recuerdo en insospechado adjetivo. En el sintagma he escondido la vergüenza y me he vuelto fortaleza y castillo dándole la vuelta al tiempo, empezándote de nuevo. Otra vez el encuentro fortuito, la mirada cómplice… otra vez tú, lejos de la mascara, lejos del impostor, deshaciendo la frontera, tomando forma en la prosa, revistiendo la página de carne y vasos capilares… de lejos sesteo el grito, inmolo el tacto, precipito la cordura y te acaricio en una improvisada perífrasis, en un insólito conjuro.

Es la noche y las calles. Las cosas que te dan la voz, las que manipulan el adverbio que surge repentino. Allí nos encontramos; en el tiempo ajeno; en el espacio del nombre. Escribo suave nuestra historia, imagino sus efímeros avatares…y de nuevo la fragancia, la risa, y la inocencia petrificada en la comparación, en la hierba danzando el azote del céfiro.

Las palabras son las que te trajeron; son las que te devuelven. Te adivino en el vertiginoso verbo, en la frase cerrada. Te desnudo en la violencia de los párrafos que cantan la ruina. Y tu cuerpo se retuerce; soy yo ¿sabés? Soy yo amándote en la oscuridad, en el ritmo y el color…soy yo…un lenguaje imperfecto, un canto desesperado que te busca.

En el cadalso extraño de los días sin ti he perpetrado un único lugar donde te vuelves de mi lado, donde caminas resuelta a decirme, donde me vuelvo parte de tu vida… por entre las comas y los silencios se vuelve eco todo lo que fuimos, se cifra el sonido de lo que seremos. Acá sigo conjugando el cuerpo, rememorando el calor, la saliva y la liturgia. Forzando el verso para verte; trasnochando en los retruécanos para sentirte. En el rumor breve de las cosas he escondido silencioso mi te quiero. Quebrando la distancia para siempre. Haciéndote mia en las palabras.

lunes, 16 de marzo de 2009

Discurso del rey Leopoldo II en la llegada de los primeros misioneros al Congo

Reverendos y queridos compatriotas; la tarea que se nos ha confiado cumplir es muy delicada y demanda mucho tacto. Estáis aquí para evangelizar pero os debéis inspirar para ello ante todo en los intereses de Bélgica.
El fin principal de nuestra misión en el Congo no es enseñar a los negros a conocer a Dios, pues ya lo hacen: ellos hablan y se someten a Mungu, Nzambe, Nzamkoba, y que sé yo. Saben que matar, acostarse con la mujer de otro, calumniar y agredir es malo, incorrecto. Tengamos el coraje de decirlo, no vais a enseñarle algo que ya conocen. Vuestro fin principal es facilitar las tareas a los administradores y los empresarios. Para ellos debéis interpretar el evangelio de la forma que más beneficie nuestros intereses en esta parte del mundo. Para hacerlo deberéis, entre otras cosas, fomentar el desinterés entre los salvajes por las riquezas ocultándolas bajo el suelo si es necesario; así evitamos la tentación de convertirse en asesino por ellas y que sueñen desalojarnos para obtenerlas. Vuestro conocimiento del evangelio os permitirá encontrar fácilmente textos para que los fieles amen la pobreza. Como por ejemplo: “Dichosos los pobres, pues el reino de los cielos es para ellos” o “Es tan difícil que los pobres entren al reino del cielo como que un caballo pase por el ojo de una aguja”. Debéis eliminar y hacerles despreciar todo aquello que pueda llevarlos a enfrentarse a nosotros. Haced que tengan miedo a enriquecerse, pues no irían al cielo.
Hago también alusión aquí a sus fetiches de guerra que no pretenden abandonar, pero que debéis poneros manos a la obra para que desaparezcan. Vuestra acción debe centrarse sobretodo en los jóvenes para que ellos no se rebelen y se opongan a sus padres si éstos deciden hacerlo. Los niños deben aprender a obedecer aquello que ordena el misionero, que es el padre de su alma.
Insistid particularmente en la sumisión y la obediencia; evitad desarrollar el espíritu en las escuelas; enseñad a escribir, a creer, no a razonar. Estos son, queridos compatriotas, los principios que aplicareis. Encontrareis otros muchos en los libros que os serán dados al final de la conferencia.
Evangelizad a los negros para que ellos permanezcan siempre sumisos a los colonizadores blancos, para que no se rebelen jamás contra las obligaciones que les harán sufrir. Hacedles recitar cada vez “Dichosos los pobres que lloran, pues el reino de los cielos es para ellos”.
Los empresarios y los administradores se verán obligados de vez en cuando a recurrir a la violencia, a insultar, golpear, para hacerse respetar. No deberá permitirse que recurran a la violencia, a la venganza. Para ello, les enseñareis e incitareis, por todos los medios, a seguir el ejemplo de todos los santos que han puesto la otra mejilla, que han perdonado las ofensas, que han recibido salivazos sin estremecerse ni responder a la agresión.
Mantened a sus mujeres nueve meses en la misión para que trabajen gratuitamente nueve meses para vosotros. Convencedles de que deben ofreceros cabras, pollos y huevos cada vez que visitéis sus aldeas.
Hacedles pagar cada semana unas tasas en la misa del domingo. Desviad este dinero, supuestamente para los pobres, para abrir tiendas importantes donde estéis: para misiones, feligreses, fiscales, etc. Transformad vuestras misiones en grandes centros comerciales; ayudad ligeramente a los pobres para animar a los otros a pagar regularmente.

Pedidles que mueran de hambre si es necesario, y vosotros comed cinco veces al día o más con el fin de que vuestros vientres estén siempre llenos de buenas cosas y de que de vuestras bocas emanen olor a cebolla.
Estableced un sistema de confesión que os haga buenos detectores de todo negro que tome conciencia o quiera reivindicar la independencia.
Enseñadles una doctrina que vosotros mismos no cumplís en la práctica; puede ser que os digan que por qué os comportáis en contra de lo que predicáis; respondedles que sigan lo que decís no lo que hacéis. Si ellos replican que una fe sin actos es una fe muerta, responded: “Dichosos aquellos que creen sin haber visto; ellos serán hijos de Dios”.
Decidles que las estatuas que guardan son obra de Satán. Confiscadlas para completar nuestros museos de Ternere y el Vaticano. Hacedles olvidar sus ancestros para recuerden y adoren los nuestros; Santa María, San Andrés, San Juan, Santa Teresa, etc.
No ofreced jamás una silla a un negro que venga a veros. Dadle siempre un cigarro. No cenéis juntos sino matan un pollo cada vez que los visitais en casa. Considerad a los negros unos niños que se engañaban a sí mismos cuando eran independientes. Exigid que os llamen siempre “Mi padre”.
Blasfemad y acusadlos de comunismo y de persecución religiosa si ellos os demandan que ceséis de engañarlos y explotarlos.

Leopoldville, El 12 de enero de 1883.


Este texto ha sido transmitido por Moukouani-Bokoko, nacido en 1915. Obtuvo este texto por azar en 1935; trabajaba de enfermero en Kwamuth (Congo) donde compró una Biblia. Este texto se encontraba en esa Biblia, que un misionero había olvidado por descuido. Archivos de CRL/PL.

En el texto buena parte del contenido aparece dividido en puntos numerados; he optado por integrarlos en un sólo texto, de ahí los saltos de ideas y contenidos.

Traducción del texto: Jesús Curado.

viernes, 27 de febrero de 2009

Habitar la historia.

Américo Castro nos reprocha que no habitemos la historia, que nos guiemos por cuentos y visiones parciales y sesgadas por la ignorancia y el interés, unidos constante y fatalmente en todo lo español. Hay algunos libros como el de González Ferrín, “Historia General de Al-Andalus” que nos hacen revisitarla y revisionarla para sentirnos más cercanos a la verdad, o al menos un poco más lejos de la ignorancia y el desconocimiento. Nada más dañino para un pueblo que dar la espalda a una parte de su historia, que construir su identidad obviando una parte elemental de su vida e historia. Lo religioso-católico, elemento español por antonomasia desde hace 500 años, es un veneno actual para nuestra sociedad, una limitación constante del recuerdo de un pasado rechazado por extraño que no por ajeno.
El moro dejó un tesoro escondido; hacerlo patente, nuestro, sería eliminar el enemigo sobre el que los extremistas dicen que se construyó España; si hacemos de lo opuesto una parte nuestra damos un vuelco a nuestra identidad, la enriquecemos, y revitalizamos. La memoria colectiva sigue empeñada sigue empeñada trágicamente en desdeñar 8 siglos de nuestra historia; otro como Aznar en el colmo de la ignorancia piden una disculpa por la “ocupación” islámica; más bien debemos una disculpa por nuestra intolerancia, matanzas de judíos y expulsiones; que todo político obvia como parte de España, la mal llamada de las tres culturas. Combatid la amnesia y no perded una parte de nosotros. Voy a poner mi grano de arena comentando una serie de ideas que alumbran una visión más realista de la historia de Al-Andalus:

- Al-Andalus es una sola cultura, la andalusí, no tres, y con un solo lenguaje, el árabe.
- Al-Andalus no es sólo Andalucía, también lo son Zaragoza, Portugal, Toledo, Baleares, etc.
- La conquista no se produjo en el año 711, pues no había un ejército islámico como tal. En ése año se produjo un movimiento de invasión no árabe, en el 850 el inicio de la cultura andalusí, y en 950 la completa arabización e islamización de Al-Andalus.
- No hubo exterminio de los godos, algunos de ellos ejercieron de visires a la orden de los musulmanes. Abderramán fue el brazo armado del godo Artobás, y el godo Rabí de Al-Hakam.
- Una reconquista que dura ocho siglos no es tal.
- Al-Andalus es un primer renacimiento europeo (Kart Vossler) como lo fueron Sicilia o Venecia. Al-Andalus es un producto europeo luego Europa tiene raíces arabo-islámicas.
- La época de los reinos de Taifas no es decadente, como no lo fue la convivencia de las diversas ciudades- estado renacentistas en Italia.
- Los intelectuales judíos se expresaban en árabe en sus obras.
- Al-Andalus no es un lugar de paso o centro de traducción de obras clásicas, sino un centro creador universal y único.
- No hubo un telonazo final en Al-Andalus, como en ninguna otra cultura.
- Según la derecha reaccionaria España se forjó contra Al-Andalus; no es así pues la cultura andalusí se filtró en España y Europa a través de la aliyá (subida) judía tras la expulsión, el averroísmo y la Tercera España representada por lo conversos que permanecieron en nuestro país.
- El mito de la convivencia idílica es falso; se produjeron matanzas de judíos: en 1355 murieron en Toledo 1200 a manos de Enrique II- El trastamara, y en 1391 en Sevilla fueron asesinados 6000 y el resto obligados a convertirse. La Santa Inquisición se fundó en 1478; siete días después de la toma de Granada se produjo la expulsión de los judíos. En 1502 Se obligó la expulsión de los judíos de Castilla, y en 1525 los de Valencia. Los musulmanes sobrevivieron con el Negocio General, un impuesto de los moriscos al Santo Oficio para que no les presionase, que incluso la fe más extrema tiene intereses y comisiones. En 1502 se promulga la pragmática de expulsión de los musulmanes no convencidos. No creo que después de esto España deba ser modelo de convivencia y tolerancia entre culturas, al menos desde que los católicos llegaron a conquistar Granada, que capituló entregada por el llorón Boabdil, retirado a la Alpujarra en un principio y después a Fez donde falleció.

Ningún articulo substituye un libro así que evidentemente es a ellos donde debemos recurrir, para evitar lo expresado por un morisco tras la conquista de Granada y la situación posterior; también refleja muy bien la situación actual.

Razón duerme,
traición bela,
justizia falta,
malizia reina.

sábado, 21 de febrero de 2009

LA TIERRA BALDÍA

Siempre recibo la visita de la sombra. En cada movimiento que articulo observo perplejo la imitación, la delicada armonía que conjura mi cuerpo y el de ese otro que se esconde en el reflejo más fugaz, en la presencia silenciosa. Siempre hay alguien que se anticipa a mis gestos por torpes que sean.
Es el don que la sociedad me regala por ser siempre sospechoso de algo; sospechoso de ser pobre, de ir mal vestido, de hablar con el acento del barrio, de no cumplir con el perfil adecuado, de no guardar las maneras, de ser el tipo incomodo que preferirían agotase su inteligencia en la ultima página del MARCA… siempre perpetran esa sombra para recordarme que soy la descendencia del cuchillero, del que rescinde contratos al golpe filoso del acero; siempre actúan para dejarme claro que mi final es el de la taberna y la disputa, que nadie como yo llegará jamás a cruzar la frontera que divide a los que viven en el mundo y los que lo sujetamos.
La inquisición elige bien sus artificios; va eliminando paulatinamente tus posibilidades hasta dejarte vacío; hasta volverte incapaz. Tu carne se ha vuelto inmune a las tramas corruptas, a las tropelías que trabajan tu espíritu. Alguien se encargó de volverte honesto para poder liquidarte sin dejar pruebas. Así me siento; un cadáver con fecha de caducidad preestablecida. Agazapado, recojo las sobras de los Agag y compañía, de los señoritos de izquierda y de derechas que rechazan en la merienda aquello que mendigo. Es la corrupción endémica la que los ha configurado desde siempre, con la salvedad de que en su caso la pena siempre tiene un abogado defensor que la disuelve. Rajoy defendiendo lo indefendible con un ataque a las instituciones; Zapatero defendiendo lo indefendible arrodillándose ante Bertone y obviando la deficiencia estructural del país para afrontar la crisis. Porque todo es parte de la misma historia, esa que padecieron aquellos que aspiraron a vivir bajo la justicia; aquellos que de alguna u otra forma creyeron en el derecho.
Yo soy licenciado en filosofía. Todos los días estudio unas 10 horas los escritos de Paine, Madison, Jefferson etc.… para acabar una tesis que me hará más sabio y más pobre. Porque el dinero para hacer institutos le sirve al señorito para dar de comer al caballo; porque la educación y su reforma se han convertido en el campo de batalla apto para ignorantes de ambos partidos que se empeñan en una lucha fraticida y sin sentido; porque detrás de todo ese escenario alguien se sienta en el que debería ser mi sillón y cena más tarde con su novia en el mejor de los restaurantes con mi dinero. Posiblemente lleven razón, a fin de cuentas tengo 28 años, y a pesar de aprobar oposiciones, trabajar lo que me dejan, prepararme constantemente para que nadie me reproche en el futuro que no hice lo que debía, dormir una media de cuatro horas diarias etc., gano 100 euros al mes dando clases particulares. Algo de culpa tendré no les quepa la menor duda.

lunes, 2 de febrero de 2009

Kant y el progreso.

En el conflicto de las facultades “Der Streit der Fakultäten” Kant nos plantea una pregunta clave de su época y aún vigente en la nuestra. ¿Es posible un progreso constante en el género humano? En su obra “Ideal para una historia universal en clave cosmopolita” Kant afirma que para saber si es posible un progreso constante es necesario un signo del mismo; debe tener un valor rememorativo, generar entusiasmo; demostrativo, tener una eficacia en la actualidad, y de pronóstico, generar unas expectativas ante la disposición creada. El signo distintivo de hecho del progreso constante es para Kant la revolución ilustrada, la Aufklärung, la Ilustración; el éxito o el fracaso de la misma no es el signo del progreso.
Lo importante y lo verdaderamente tenido como signo de progreso por Kant es lo que acontece en la conciencia de los que no hacen la revolución; lo importante es la simpatía, el entusiasmo que genera la misma en todos, pues para Kant ella genera una disposición moral en la Humanidad que tendría que plasmarse en dos conciencias: la del derecho del pueblo a darse una Constitución, y el que la Constitución evite toda guerra agresiva. ¿Qué ocurre si fracasan estas aspiraciones? ¿Sería ello una muestra de imposibilidad del progreso? No. Tras el entusiasmo, se crea en la humanidad una huella dispersa en todos e imborrable, que al ser recordada generará siempre nuevas tentativas, que para Kant son la garantía de un progreso constante, en el que habrá pocos retrocesos. El hecho de la revolución no se olvidará jamás en la Historia y siempre será un germen constante de impulso hacia el progreso pese a los fracasos.
Esperemos que el entusiasmo y la simpatía generado por Obama recuperen el entusiasmo de antaño por valores más justos y hoy en día maltratados; el nuevo presidente habla de recuperar los valores de los fundadores muchos de los cuales tienen impronta ilustrada. De nuevo volvemos a tener lo pasado como presente, tal vez porque mantenemos todavía problemas de antaño que no hemos superado. ¿Es el progreso mirar al pasado para solucionar en el presente problemas del pasado? No, el progreso es volver a tener espíritu y entusiasmo verdadero para solucionar los problemas.

PERDÓN

Usualmente la expresión del perdón supone un reconocimiento de la asunción de una conducta inadecuada sobre la que asumimos una responsabilidad. El director de la cárcel de Picassent ha pedido perdón por organizar un striptease en la misma las pasadas navidades. No fue suficiente para el PP, que pidió su dimisión. No les vale el arrepentimiento y solicitan su dimisión o substitución; el PP es un partido con alta moralidad y tiene autoridad para solicitar dimisiones.
Es muy español lo de solicitar dimisiones por doquier y no hacerlo nadie. Lo que está aconteciendo en el PP de Madrid será otra muestra de ello; se malversa el dinero público, se espía ilegalmente; no dimite nadie. El daño generado, al mismo PP, por detrás en las encuestas y bajando pese a la crisis, se extiende a todos los políticos , pues su imagen general se ve dañada por estos escándalos, como ya pasó en el pasado en el partido contrario.
George W.Bush es historia. Ha terminado su mandato; ¿Pedir perdón por sus fechorias? Mal hombre, ultra en lo económico- la peor crisis financiera desde el 29 bajo su mandato- y en lo religioso, ha sido definido por Obama como un buen hombre; ha sido el peor presidente de la historia. “Mi gran logro –dice Bush- es haber evitado un ataque en nuestro país” No recuerda el hombre que el mayor ataque a su país desde la 2ª Guerra Mundial fue bajo su mandato, y por la incompetencia de él mismo y la CIA. Dice que la historia lo pondrá en su lugar; no confío mucho en ello si la escriben Moas o Vidales norteamericanos.
Evidentemente lo peor sin duda es el saldo de muertos en la guerra ilegal iraquí; Bush y sus condecorados amigos, Blair y Howard, el expresidente australiano, y su no condecorado, Aznar, tendrían que ser juzgados por crímenes de guerra y contra la Humanidad si el Derecho Internacional se respetase y la ONU sirviese para algo. Una vez abierta por ellos la veda de la impunidad, el último en sumarse al grupo de los infames es Israel, que ya había empezado su periplo de violación de los Derechos Humanos antes de que nuestros padres supiesen que la TV existía. Gaza, la zona más habitada del mundo por kilómetro cuadrado (4.200 personas) –España tiene 96 habitantes por kilómetro cuadrado- es el lugar ideal para bombardear, eso sí, sin evitar los ilegales y dolorosos daños colaterales. Ya que estaban, no importan los daños colaterales; no se preocupan de evitarlos, van a por ellos bombardeando tres escuelas de la ONU, camiones con ayuda, y ya que están, los almacenes donde se almacenaba la ayuda humanitaria internacional donada, que llegaba por la tregua diaria de una hora concedida con buena voluntad por Israel. ¿Qué ha dicho ante todas estas tropelías el jefe del ejército israelí? Perdón. ¿Qué dijo Rajoy el día del bombardeo a las escuelas? Las fotos de Soraya son muy bonitas. El afán de pedir responsabilidades más allá del perdón en el caso del director de la cárcel de Piccassent, ¿dónde se encuentra? No vamos a pedir responsabilidades sobre bombardeos y matanzas vaya que recuerde la gente las andanzas del hombrecillo del bigote georgetowniano y sus fábulas de armas de destrucción masiva.
A este paso vamos a substituir la aplicación del Derecho Internacional, el Derecho Humanitario y los diferentes convenios por un confesionario guiado por Rouco por ejemplo, en el que pidamos perdón por nuestros errores, y a vivir.
A todo esto, la ONU, un club de políticos de todas las élites gobernantes del planeta, desapercibida. O se reinventa o tendrá que plantearse su existencia. En los conflictos como el último se muestra incapaz de actuación, de influencia o de sanción; sólo es una macro ONG burocratizada al máximo que no hace respetar las leyes.
Ya que no funciona el órgano de todos, tendremos que esperar que Obama cumpla nuestras expectativas y sepa, quiera, poner fin a las matanzas indiscriminadas y continuas de palestinos. Lo que debe hacernos pensar, el trasfondo para reflexionar de cara al futuro, es lo que supone que centremos las esperanzas de paz en la actuación de un solo hombre y no en el respeto del Derecho Internacional y en la actuación del órgano máximo del mismo, la ONU.

viernes, 30 de enero de 2009

EL COLOSO

Imagino a Juliá perpetrando su Coloso. Asediando el lienzo con la torpeza débil del principiante. Deduzco su disconformidad con cada trazo, su desengaño, una vez acabada la obra. Adivino la inquisición inflingida sobre sí mismo y veo al artista apesadumbrado y resuelto a una nueva angustia, a una nueva destrucción, a un nuevo nacimiento. Allí, en el rincón del tiempo lo siento padecer la terrible certeza de su contingencia, su incapacidad ante la pregunta sin respuesta en la que se acaba convirtiendo cualquier vida; su final, anónimo, como el de todos, huérfano de historia y de sentido.
Mi profesora de arte desconocía los avatares de Juliá. Ignoraba la pasión febril que dirigía su pincel y aún menos el terrible dolor que lo perseguía en cada obra. En sus clases, la explicación estética del Coloso seguía el cálculo matemático establecido: una pieza magistral de Goya, donde el trazo agresivo que apenas deja adivinar al pueblo que huye, vuelve color la ansiedad y el pánico. Algo así como una obra maestra adelantada a su tiempo, una especie de visión chamánica invisible al ignorante.
Manuela Mena, jefa de Conservación del Museo del Prado, se ha encargado de desdecir la historia. Tras laboriosos estudios pictóricos ha llegado a la conclusión de que la pobreza técnica y las pinceladas sin fluidez y seguridad del Coloso, demuestran que el cuadro no pertenece a Goya. Pobre Juliá: su ausencia hizo su obra inmortal; su inmortalidad la volvió secundaria para siempre. Su trazo lo convirtió en impostor de sí mismo y al resto de los mortales en víctimas de un curioso engaño. Porque a todos beneficiaba saberlo Goya, al menos para dormir tranquilos después de haberlo admirado tanto. Porque la historia, una vez se aprende, no se pone nuca en entredicho. A ninguno de estos pelotudos se le ocurriría desmontar la farsa; reconocer la inocencia de los pibes; otorgarles a Juliá y a Goya el desconocimiento de su extraño crimen; el torpe manejo de sus vidas, la confusión absoluta de sus desamparados destinos y sus malogrados pinceles. Nadie te va a decir que es mera conjetura. Esperará a que el polvo lo constituya parte de este extraño y cómico universo para sacar su nariz de payaso y decirte que todo fue una broma, que picaste como boludo que sos. Porque no hacés más que eso; perpetrar una y otra vez una nueva máscara que te refleje en el espejo; aprender una y otra vez la regla que te vuelve parte de la historia y te enseña cómo olvidar que todo es mentira, que todo siempre podría empezar de nuevo, podría reconstruirse de nuevo. Maldito Juliá, maldicen; maldito Juliá. Sí, eso mismo será. Quizá sea lo mejor creer que las cosas son como son y ya está. El harapo nunca le gusto a nadie. Quizá la historia haya sido siempre eso, un ejercicio grotesco por esconder el harapo. Como Homero volviendo heroica la masacre fabulando a Aquiles. La gente se contenta con suponer Historia todo lo asumible y terrible error lo que se escapa. Pero la ficción siempre aparece para reclamar su lugar de fundamento. Las encantadoras ficciones que cada cierto tiempo se quitan la máscara y sacuden todo lo que somos. Como el fantasma de Juliá vuelto aparición, bien para desmitificar su Coloso, bien para demostrar la incompetencia de los que ahora recelan de su calidad artística, bien para denunciar la contingencia del eterno Goya. O como el descalabro económico mundial, que quizá surgió para denunciar la injusticia del sistema capitalista, o para demostrar la inevitable indecencia humana, o para dejar clara la naturaleza ficticia del bienestar y la certeza última del páramo violento en el que constantemente huimos haciendo nuestras vidas