viernes, 20 de marzo de 2009

EN LAS PALABRAS

He fatigado las palabras en un ingenuo intento por contenerte en la metáfora; por dibujarte en la correosa sintaxis. Apresurado, he limitado el inagotable páramo con una torpe semántica que apenas si te me trae breve, nebulosa, vuelta oscuro espectro, ajeno fantasma. Obligado por la ignorancia a hacerte émula de la rosa y la mañana, he creído, engañado, ver de nuevo tu llegada… esa en la que se esconde tu extraña forma de quererme; esa en la que adivino tu infame traición; esa en la que me vuelvo hiena o cobarde y sigo hasta besarte, hasta volverme anticipada víctima, ceremonioso cadáver.

He transformado cada gesto en alquímica hipérbole, cada recuerdo en insospechado adjetivo. En el sintagma he escondido la vergüenza y me he vuelto fortaleza y castillo dándole la vuelta al tiempo, empezándote de nuevo. Otra vez el encuentro fortuito, la mirada cómplice… otra vez tú, lejos de la mascara, lejos del impostor, deshaciendo la frontera, tomando forma en la prosa, revistiendo la página de carne y vasos capilares… de lejos sesteo el grito, inmolo el tacto, precipito la cordura y te acaricio en una improvisada perífrasis, en un insólito conjuro.

Es la noche y las calles. Las cosas que te dan la voz, las que manipulan el adverbio que surge repentino. Allí nos encontramos; en el tiempo ajeno; en el espacio del nombre. Escribo suave nuestra historia, imagino sus efímeros avatares…y de nuevo la fragancia, la risa, y la inocencia petrificada en la comparación, en la hierba danzando el azote del céfiro.

Las palabras son las que te trajeron; son las que te devuelven. Te adivino en el vertiginoso verbo, en la frase cerrada. Te desnudo en la violencia de los párrafos que cantan la ruina. Y tu cuerpo se retuerce; soy yo ¿sabés? Soy yo amándote en la oscuridad, en el ritmo y el color…soy yo…un lenguaje imperfecto, un canto desesperado que te busca.

En el cadalso extraño de los días sin ti he perpetrado un único lugar donde te vuelves de mi lado, donde caminas resuelta a decirme, donde me vuelvo parte de tu vida… por entre las comas y los silencios se vuelve eco todo lo que fuimos, se cifra el sonido de lo que seremos. Acá sigo conjugando el cuerpo, rememorando el calor, la saliva y la liturgia. Forzando el verso para verte; trasnochando en los retruécanos para sentirte. En el rumor breve de las cosas he escondido silencioso mi te quiero. Quebrando la distancia para siempre. Haciéndote mia en las palabras.

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